1950 |
“Eduardo P. Sant-Yagos,
seguramente ‘uno que puede ser periodista’ publica en ‘Pueblo’ de Madrid, un
artículo sobre los caballos salvajes que vio galopar haciendo ‘camping’ en
nuestra Sierra del Seixo. Lo reproducimos por referirse a una de las atracciones
más pintorescas y singulares de Galicia, y por estar escrito en una forma
juvenil y graciosa...
Hoy, a tres decenios de distancia
en el tiempo de aquellas inolvidables ‘tommixadas’ y a muchos cientos de
kilómetros en el espacio del americano lejano Oeste, haciendo ‘camping’ en la
Sierra del Seixo, en la gallega provincia de las rías bajas, he tenido ocasión
de presenciar de cerca lo que, de niño, sólo creí existiera en tierras
americanas.
Fue hace seis o siete noches
cuando, durmiendo bajo mi tienda de lona, me despertó un extraño temblor de
tierra. Al principio era lejano, más poco a poco se fue acercando hasta que a
unos doscientos metros de mí vi pasar, en frenético galope, una manada de
caballos cuyos lomos sudorosos brillaban a la luz de la luna.
Al día siguiente quise informarme
por un pastor de lo que había presenciado la noche anterior:
-- No, no señor. Esos caballos
que usted vio no tienen dueño. Nacen y se crían en el monte. Ahora ya hay
pocos; no es como hace algunos años, en los que veíanseles por todos los
rincones del Seixo.
-- ¿...?
-- ¡Claro que sí, señor! Cázanse
y utilízanlos para tirar de las vagonetas de las minas de carbón. Son
‘baixiños’, ¿sabe?, y éntranle bien por las ‘jalerías’.
-- ¿Cómo los cazan? –pregunté a
mi informador.
-- Fácilmente, pero ‘hayle’ que
correr mucho. Verá usted: un grupo de tres o cuatro mozos súbenle al Seixo y buscan
la manada. Cuando la encuentran espántanla hacia la aldea, y como las corredoiras
para entrar en ‘ela’ tienen a los lados unas cercas de piedra y son ‘estreitiñas’,
los caballos no pueden entrar todos juntos, por lo que detienen su marcha, éntranle
uno a uno en el camino escogido. La salida de este ha sido cerrada con piedras.
-- ¿Es difícil dar con las manadas?
-- No, no señor. Ahora mismo ‘sábele’
un servidor dónde encontrar una. ¿Quiere verla?
-- Hombre, sí –acepté gustoso pues
la noche anterior no había podido distinguir bien el aspecto de los caballos a la
luz de la luna.
Me llevó a una vaguada, donde un centenar
de equinos pastaban, abrevaban o descansaban.”
Nota. Ni idea de qué puede significar tommixada.
Hola. Gracias por el blog. Me ha gustado mucho. He visto la entrada y se me ocurrió que quizá tengas alguna información o llegues a tenerla. Es sobre la excavación de una gran trinchera de más de 1 km en Gondomar-Po y otras similares en otras partes de Galicia. Lo relacionamos con la fiebre del oro de Vázquez de Orxán, aunque no tenemos datos. Más en http://blog.aterrageo.com/?p=1693. Gracias y un saludo. Oscar.
ResponderEliminarHola, Oscar. La verdad es que no sé nada de la minería del oro en Galicia, ni tengo noticias sobre el caso de Mr. Vázquez de Orxán, salvo las que he encontrado buscando, cómo no, en google. Está claro que Orxán no buscaba yacimientos de mineral de oro, sino el oro que supuestamente había en tumbas y 'covas dos mouros'.
ResponderEliminarQue las trincheras de Gondomar hubiesen sido para delimitar montes comunales me resulta inverosímil. Demasiado esfuerzo para tan poco resultado. Y realizarlas para una explotación minera... no sé, me suena a raro. ¿El wolframio?. Ni idea.
El asunto me hace pensar en unas canalizaciones que se hicieron en Bande para conducir agua a una central hidroeléctrica. Pero, claro, no conozco el terreno ni sé si por allí podría llevarse agua de un río a un punto apropiado para una central.
Habría que determinar de algún modo su antigüedad para descartar que fuesen algo relacionado con usos industriales del siglo XX.
En fin, que así a bote pronto no me parece que tenga que ver con el agro o la explotación forestal. Ni con usos defensivos, fosos contra enemigos.
Un saludo y a ver si resolvéis el misterio.
Muy bueno el blog, curioso e interesante.
ResponderEliminarLas tommixadas serían las películas de Tom Mix un actor de westerns. Imagino
Seguro que sí. No sabía que existiese un vaquero llamado Tom Mix. Un saludo.
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