Tras un capítulo introductorio
sobre el tema, corresponde ahora hablar de otro de los ‘reyes’ del agro en
Argentina, de Casimiro Gómez Cobas, el rey del cuero. ¿Cómo llegó a convertirse
en gran hacendado territorial, con varias estancias que sumaban 100.000
hectáreas? Pues del mismo modo que los demás personajes de esta historia: aprovechando
la salida al mercado de tierras bajo dominio público en regiones poco
explotadas hasta aquel momento y también, por supuesto, realizando compras a propietarios
particulares.
El estudio más detallado sobre la
vida y negocios de nuestro protagonista corresponde, sin duda, al publicado por
Graciela Blanco en el libro Empresarios
de Galicia [Vol. 2, págs. 282-303, Fundación Caixa Galicia, 2009].
Aquí una breve biografía del
personaje. Al final de esta entrada colocaré, para el lector interesado, un
reportaje publicado en 1898.
Natural de la parroquia de
Viascón (Cotobade) y de origen humilde, Casimiro comenzó su aventura americana
en 1867, con 13 años. Después de unos años en Montevideo arribó a Buenos Aires,
donde se empleó como mozo en una talabartería, en un taller dedicado a la
fabricación de cinturones, correajes y otros productos de cuero. Tras casarse
con la hija del dueño –Dolores Palmés- en 1875 se convirtió en el propietario y
director del negocio, y al cabo de un tiempo estableció una fábrica de curtidos
para abastecer de cuero al taller de talabartería. Acá tenemos sendas fotos de la
casa central en la calle Irigoyen y de la curtiduría en el Parque de los
Patricios –zona de mataderos-, ambas en Buenos Aires. Creo que son de los años
1890.
Talabartería La Nacional, de Casimiro Gómez |
Casimiro Gómez, fábrica de curtidos |
Entre sus mejores clientes estaban el ejército y la policía, que demandaban todo tipo de manufacturas y equipos de cuero, tanto para su personal como para sus caballos y sus mulas. Las monturas para animales de silla, de tiro o de carga tenían mucha salida, en aquella época sin automóviles ni tractores. Abajo ofrezco varias fotos obtenidas de internet, de páginas de venta de objetos antiguos. Una silla de montar para caballos de hípica y una albarda, fabricadas por los sucesores de Casimiro Gómez; y una chapa de las que colocaba en sus monturas.
El siguiente paso de Casimiro fue
la adquisición de tierras para criar ganado vacuno y abastecerse por sí mismo
de pieles. Es un ejemplo clásico de lo que en economía se denomina integración
vertical hacia atrás o aguas arriba: un fabricante y comercializador de
productos terminados de cuero se introduce primero en la elaboración de pieles
curtidas y luego en la crianza del ganado del que obtener dichas pieles. De
industrial a ganadero.
La demanda al alza de sus
productos de piel por parte de un ejército inmerso en la ‘conquista del
desierto’ y la salida al mercado de millones de hectáreas de tierras dieron a
Casimiro la oportunidad de convertirse en gran propietario y estanciero en los
años 1880 y 1890. Es lo que nos explica Graciela Blanco (2009, págs. 293-294):
“El avance militar sobre las
fronteras internas al comenzar la década de 1880 libró de la presencia indígena
la zona del Chaco al norte; el sur de las provincias de Córdoba, San Luis y
Mendoza; y los territorios patagónicos en el sur argentino. Se consolidó así la
soberanía del Estado central sobre esos espacios. Puso asimismo bajo dominio
fiscal [del Estado] millones de hectáreas potencialmente productivas, que en
pocos años fueron privatizadas (...) Sin duda, a extensa red de relaciones que
Casimiro Gómez había construido en los múltiples espacios en los que actuó
–especialmente el Estado, del que era proveedor- le permitieron, igual que a
muchos otros financieros, comerciantes, ganaderos, industriales y funcionarios
públicos, contar con la información –y seguramente el crédito- para aprovechar
las oportunidades que ofrecía la disponibilidad de tierras en manos del Estado
nacional.”
Sus estancias, que sumaban en
torno a 100.000 hectáreas, se dedicaban básicamente “a la cría de ganado vacuno
para proveer la curtiduría y comercializar la carne, actividad que se
complementaba con el cultivo sobre todo de alfalfa para la alimentación de los
animales y, en menor medida, trigo, lino y maíz. La importante aptitud ganadera
de esas tierras –dentro de lo que constituye la Pampa Húmeda- y su localización
en las proximidades de líneas férreas que facilitaban la comunicación con la
capital del país en la que estaban radicadas la talabartería y la fábrica de
curtidos, así como el mercado central para la comercialización de carne vacuna,
resultaban sin duda factores estratégicos para el desarrollo del negocio.”
De tal modo que la firma de
Casimiro Gómez llegó a convertirse en la más importante del rubro de los cueros
en la Argentina. Aunque en el anuncio siguiente afirmaba ser la primera de
Sudamérica.
1910 |
1919 |
Lo peculiar de este ‘rey del agro
y del cuero’, si lo comparamos con los demás ‘reyes’, estriba en que Casimiro
Gómez retornó a su Galicia natal e invirtió parte de su capital en
instalaciones productivas. Por supuesto, ni estableció una curtiduría, ni una
talabartería, ni compró tierras para criar ganado. Sabía perfectamente que su
modelo de negocio en Argentina era imposible trasladarlo a Galicia. Pero sí adquirió
una extensa finca próxima a la ciudad de Pontevedra, en Monteporreiro, y en
ella estableció una granja avícola y ganadera orientada a la difusión técnica y
a la mejora de las razas, así como un balneario y una embotelladora de agua
mineral, Aguas del Lérez.
En esta entrada dispone
el lector de más información sobre su biografía y sus actividades en Galicia,
donde poseía una residencia construida en la misma quinta de Monteporreiro a la
que bautizó ‘Villa Buenos Aires’.
'Villa Buenos Aires', en la quinta de Monteporreiro |
Retrato de Casimiro Gómez, años 1920, imagino |
Y ya, por último, reproduzco abajo
un elogioso reportaje publicado en 1898 sobre la vida y negocios del indiano de
Monteporreiro, fallecido en Vigo justo después de nuestra Guerra Civil.
Hola, quería felicitarlo por su trabajo. Don Casimiro Gómez fue un referente de la industria nacional en nuestro país y un gran terrateniente. Quería comentarle que poseo el catalogo de ventas n° 68 en excelentes condiciones por si es de su interés. le dejo un correo, saludos. msg_producciones@hotmail.com
ResponderEliminarMi madre vivía en la casa conjunta a la cultivares de Parque Patricios y su padre, mi abuelo, era el gerente de esa certidumbre, él murió muy joven y lo único que me quedó son los recuerdos que me contaba mi madre, me alegra mucho obtener información.
ResponderEliminarMi madre vivía en la casa conjunta a la curtiembre de Parque Patricios y su padre mi abuelo, era el gerente de esa curtiembre, él murió muy joven, ylo único que me quedó son los recuerdos que me contaba mi madre, me alegra mucho obtener información, perdon, se publicó mal, lo reitero.
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