En el capítulo anterior hemos conocido la historia inicial de una firma embotelladora de vinos de calidad, Bodegas Gallegas (Os Peares), promovida por una empresa bancaria de Ourense, Pedro Romero y Hermanos y otros dos socios. Las cosas debieron de irle bien durante la 1ª Guerra Mundial pero después ... vino la resaca, y nunca mejor dicho.
La resaca de la que hablo se refiere ante todo a los problemas que tuvieron los bancos en la postguerra. Es cierto que hubo acontecimientos específicos que afectaron a la marcha de la empresa. No creo que el fallecimiento de su enólogo, Victoriano Rubio, en mayo de 1919, fuese de gran trascendencia. Más importancia tuvo, seguro, la crisis económica cubana de los años 1920-21, ya que la isla caribeña era un mercado importante para Bodegas Gallegas.
Pero la plata es la plata, y el problema fundamental fue la quiebra de la Banca Romero –que se produce a partir de 1921-, es decir, la falta de soporte del socio financiero en un negocio muy basado en la disponibilidad de capital para adquirir insumos –vino, botellas, cajas, etc- y para dar crédito a los compradores. La quiebra del banquero arrastró al bodeguero.
¿Por qué la casa bancaria Romero se vino abajo?. Bueno, hay que señalar que en los primeros años 1920, justo después de la guerra europea, se produjo una pequeña oleada de quiebras bancarias en España. El conflicto bélico había acarreado buenas oportunidades de negocio y los banqueros concedieron crédito y aportaron capital a empresas que luego se revelaron fallidas. O acumularon divisas que luego se depreciaron.
La quiebra del Banco de Barcelona en 1920 fue muy sonada, al igual que en Galicia la del Banco de Vigo en 1925. Pero entremedias cayeron también otras entidades. En el caso gallego echaron el cierre la Banca Deza (Vilagarcía) en 1921, así como la citada Banca Fuentes de Ourense en 1923 –no sé bien por qué motivos- y la Banca Romero de nuestra historia.
En el caso Romero las causas son bien claras. Tras la muerte en agosto de 1917 de Pedro Romero Cambón –gerente e hijo del fundador-, había tomado las riendas su cuñado Daniel Romero Romero. El hombre debió de emocionarse y se embarcó en ambiciosos negocios que requerían una elevada inmovilización de capital. En febrero de 1921 firmó un contrato de suministro de traviesas de roble para la compañía ferroviaria Norte -3 millones de traviesas a entregar en un plazo máximo de 12 años- que obligó al banco a depositar una fianza de 100.000 pesetas y a adquirir amplias extensiones de monte arbolado en Cervantes (Lugo) y en Huesca.
Y esta última no fue una inversión pequeña. En un artículo de noviembre de 1920 titulado ‘Proyecto de ferrocarril de Monforte a Asturias por Cervantes’ se hacía alusión a ‘los bosques de madera de Cervantes que acaban de comprar los banqueros de Lugo y Orense, D. Pedro Romero y Hermanos en 3.000.000 de pesetas”. También adquirió Daniel Romero minas de carbón en Badajoz y Córdoba, por un valor de 1,86 millones de pesetas. Una loca apuesta, dicho esto a toro pasado, por obtener beneficios abasteciendo de madera y carbón a las empresas ferroviarias. Incluso aportó 300.000 pesetas a una empresa donostiarra de comercio de coloniales y bebidas alcohólicas –Romero, Tasada y Beltrán SL- con el propósito de dar salida a los vinos de Bodegas Gallegas.
Las noticias y rumores sobre la mala situación financiera del banco provocaron el típico pánico. Acá una información de noviembre de 1921.
UN DESASTRE
La Casa Pedro Romero
La Casa Pedro Romero
Desde hace dos días sabíamos que la importante casa bancaria «Pedro Romero y Hermanos», de Orense y Lugo, atravesaba una situación anormal; pero lo delicado del caso y la esperanza de que aún pudieran ser salvadas las dificultades económicas de momento nos impusieron una discreta reserva, ya que el pánico de los acreedores solo sirve para precipitar la bancarrota.
Desgraciadamente, el asunto tiene ya situación judicial y de publicidad en la prensa de la región y las noticias que nos transmiten nuestros corresponsales son lo bastante graves para que sea inútil toda reserva o atenuación del desastroso acontecimiento.
La noticia en Lugo. –Pánico grande. –Reintegro de depósitos. (Por teléfono)
LUGO 18 (21 h.)
Anoche circularon por esta población rumores de que la casa bancaria Pedro Romero y Hermanos, establecida en Lugo y Orense, había suspendido pagos en la ciudad de las Burgas. La noticia causó grandísima alarma, porque mucha gente de toda la provincia tenía confiados sus ahorros a los mencionados banqueros. En las primeras horas de la mañana de hoy, enorme cantidad de gente se aglomeró en la calle de la Reina, donde se hallan instaladas las oficinas de la entidad bancaria, haciéndose precisa la intervención de la guardia civil y la guardia de seguridad para establecer turnos. (...) Se ignora la causa de este desastre, hablándose de malos negocios recientes y de quebrantos por quiebras de otras entidades bancarias. (...)
De Orense. –El Juzgado incoa la quiebra. –Desaparición de los banqueros. –Orden de detención. –El pasivo. (Por telégrafo)
ORENSE 18 (19 h.)
Ayer circularon insistentes rumores acerca de entorpecimientos económicos surgidos en la casa de banca Pedro Romero y Hermanos. Se decía que se habían suspendido los pagos y que se habían ausentado de la población las personas que ostentaban la firma social y esta mañana se confirmó la noticia. El Juzgado comenzó a incoar, de oficio, los autos de quiebra y precintó las puertas de la casa, decretando al mismo tiempo la detención del socio D. Daniel Romero. (...)
Desgraciadamente, el asunto tiene ya situación judicial y de publicidad en la prensa de la región y las noticias que nos transmiten nuestros corresponsales son lo bastante graves para que sea inútil toda reserva o atenuación del desastroso acontecimiento.
La noticia en Lugo. –Pánico grande. –Reintegro de depósitos. (Por teléfono)
LUGO 18 (21 h.)
Anoche circularon por esta población rumores de que la casa bancaria Pedro Romero y Hermanos, establecida en Lugo y Orense, había suspendido pagos en la ciudad de las Burgas. La noticia causó grandísima alarma, porque mucha gente de toda la provincia tenía confiados sus ahorros a los mencionados banqueros. En las primeras horas de la mañana de hoy, enorme cantidad de gente se aglomeró en la calle de la Reina, donde se hallan instaladas las oficinas de la entidad bancaria, haciéndose precisa la intervención de la guardia civil y la guardia de seguridad para establecer turnos. (...) Se ignora la causa de este desastre, hablándose de malos negocios recientes y de quebrantos por quiebras de otras entidades bancarias. (...)
De Orense. –El Juzgado incoa la quiebra. –Desaparición de los banqueros. –Orden de detención. –El pasivo. (Por telégrafo)
ORENSE 18 (19 h.)
Ayer circularon insistentes rumores acerca de entorpecimientos económicos surgidos en la casa de banca Pedro Romero y Hermanos. Se decía que se habían suspendido los pagos y que se habían ausentado de la población las personas que ostentaban la firma social y esta mañana se confirmó la noticia. El Juzgado comenzó a incoar, de oficio, los autos de quiebra y precintó las puertas de la casa, decretando al mismo tiempo la detención del socio D. Daniel Romero. (...)
En noviembre de 1922, justo un año después de estos sucesos, Daniel Romero fue detenido y enviado a prisión, al igual que sucedió con el banquero Fuentes, otro inversor en una firma vitícola ourensana.
1922 |
La liquidación de las propiedades de la casa bancaria fue toda una odisea que se prolongó casi hasta la Guerra Civil, según nos cuenta Rivas Villanueva en su libro Os banqueiros ourensáns na Restauración (1990). Pero no sucedió así con sus activos de la empresa vitícola de Os Peares, adjudicados en subasta en abril de 1923 a Arturo Macía, socio de la firma Hermanos Macía y Valeiras. Acá tenemos la noticia.
1923 |
De los nuevos propietarios hablaré con detalle más abajo, pero adelantemos que no eran unos novatos en el mundo de la viticultura. Muy al contrario, Bautista López Valeiras -natural de Dacón (Maside)- era un destacado empresario del sector y los hermanos Macía Martínez procedían también de una familia muy ligada al vino, originaria de Valdeorras.
De modo que el relevo en la gestión y la propiedad de Bodegas Gallegas recibió elogios en la prensa.
Los nuevos dueños se esforzaron en dar a conocer la vuelta al mercado de los renombrados vinos de Os Peares elaborados por Bodegas Gallegas. Acá un anuncio de 1923 en el diario Galicia de Vigo.
“Bodegas Gallegas”
Hermanos Macía y Valeiras
Sucesores de Pedro Romero Hermanos
Vuelven al mercado los famosos vinos «Blanco Brillante», «Los Tres Ríos» y «Los Gallegos», únicos que beben los conocedores de vinos, despreciando las imitaciones.
Depósito en Vigo:
VICTORIA 12 – Teléfono 684
Porque en los dos años transcurridos entre la suspensión de pagos de la Banca Romero (1921) y la adquisición de Bodegas Gallegas por la sociedad Macía y Valeiras (1923) se había desatado una especie de fiebre por aprovechar el vacío dejado en el mercado por la acreditada firma de Os Peares. El socio fundador Vicente Randulfe había solicitado al Registro de la Propiedad Industrial la inscripción de una nueva denominación comercial, Bodegas las Gallegas, también ubicada en Os Peares ... meses antes de la quiebra.
1921 |
Un hecho que nos indica que estaba al tanto de la mala situación financiera de los Romero. Randulfe quiso dar continuidad a su sociedad anterior y su nueva empresa, Bodegas las Gallegas, recibió en 1923 un premio en la Exposición Internacional de Roma, poco antes de la subasta de los activos de la original Bodegas Gallegas.
No fue el único en aprovechar la ausencia en el mercado de los caldos de Bodegas Gallegas. Otros cosecheros y comercializadores de vino habían hecho algo parecido, pero con menos motivo porque nada habían tenido que ver con la firma original. Abajo muestro varios ejemplos.
Manuel Fernández Lago registró en 1922 el nombre comercial de Bodegas Galaicas y la marca de vinos Fino Tres Puentes con domicilio en Os Peares. Bodegas Galaicas y Tres Puentes ... creo que me suenan a algo.
Manuel Fernández Lago registró en 1922 el nombre comercial de Bodegas Galaicas y la marca de vinos Fino Tres Puentes con domicilio en Os Peares. Bodegas Galaicas y Tres Puentes ... creo que me suenan a algo.
1922 |
Al año siguiente, un comerciante de vinos de Vilagarcía, Manuel Romero López, sin relación con los Romero banqueros, registraba a su vez las Bodegas Región Gallega con una marca llamada Clarete Peares. También me suenan.
1923 |
1924 |
Y en 1924, Randulfe volvía a la carga y solicitaba el registro de dos nombres comerciales: Bodegas de Peares y Bodegas Gallegas. Las solicitudes estaban firmadas por su cuñado, Manuel Gómez Masid. ¡Vaya lío!.
1924 |
Y la rueda siguió rodando. Hermanos Macía y Valeiras registraban un año después, 1925, otra nueva marca: Cepa Peares.
Lo dicho, una guerra de marcas y nombres comerciales para hacerse con el prestigio asociado a los vinos de Os Peares y a la denominación social Bodegas Gallegas. Una disputa que se trasladó a los tribunales cuando la empresa Hermanos Macía y Valeiras demandó a Randulfe en 1924. El pleito acabó en el Tribunal Supremo con sentencia favorable a los primeros en 1926, y saltó a la prensa porque ambas partes trataron de defender públicamente sus posturas.
En diversos periódicos se reseñó y reprodujo la sentencia, resumida de la siguiente manera:
En diversos periódicos se reseñó y reprodujo la sentencia, resumida de la siguiente manera:
SOBRE ‘BODEGAS GALLEGAS’. IMPORTANTE SENTENCIA DEL TRIBUNAL SUPREMO.
« (...) Como consecuencia de la quiebra de la casa fundadora ‘Pedro Romero y Hermanos’, adquirió la propiedad de todas las expresadas marcas don Arturo Macía Martínez, y hoy pertenecen a la Sociedad ‘Macía y Valeiras’, la cual, con éxito cada vez más creciente, las viene explotando para distinguir los vinos finos que elabora y que tan acreditados están, especialmente en América.
Don Vicente Randulfe, vecino de Peares, que hace ya algún tiempo venía intentando aprovecharse de las ventajas adquiridas en el mercado mundial por el crédito de ‘Bodegas Gallegas’, intentó introducir en el mercado los vinos que él elabora en unas bodegas de su propiedad, empleando marcas similares a las que son propiedad de los señores ‘Macía y Valeiras’, siendo la principal característica de su ilícita competencia el empleo del nombre comercial ‘Bodegas las Gallegas’, llegando incluso a pretender el ministerio de Trabajo la inscripción de una marca comercial con tal nombre. Opuestos a tal concesión los legítimos propietarios del nombre comercial ‘Bodegas Gallegas’, se siguió pleito sobre ello. El Tribunal Supremo, en sentencia de 29 de mayo último, anuló el registro de las marcas pretendidas por el señor Randulfe, (...)»
El cuñado de Randulfe, Manuel Gómez Masid, ofreció al poco tiempo su versión del asunto y aprovechó la ocasión para señalar que en su bodega sólo se empleaban vinos de Peares, a diferencia de “nuestros adversarios que han recibido lo menos 18 vagones de vino manchego y navarro, que es de suponer sea para embotellar”.
Un enredo judicial en el que Randulfe, socio fundador de Bodegas Gallegas junto con la Banca Romero, se enfrentó a verdaderos pesos pesados en materia de leyes porque Arturo Macía era registrador de la propiedad desde 1898 y su hermano Luis era también abogado. El tercer socio, Bautista López Valeiras, estaba muy lejos de ser un chaiñas y contaba con buenos asesores jurídicos, además de con muy buenos contactos ... en la prensa.
Aclarado el panorama de nombres y marcas, tenemos a Bodegas Gallegas en manos de dos familias ourensanas, de trayectorias diferentes pero unidas por sus estrechas relaciones con el negocio de los vinos. De Bautista López Valeiras he contado su participación en la fundación de la firma Vinícola Gallega y en la empresa fabricante del Champán Galicia, además de sus actividades como comerciante y conservero.
Los dos hermanos Macía Martínez, Arturo y Luis, eran hijos de Eduardo Macía Rodríguez, originario de Vilamartín de Valdeorras pero establecido en Ourense capital, un importante personaje de la vida económica y política de la provincia con un historial repleto de cargos y de vínculos con la viticultura. Abogado, registrador de la propiedad, diputado a Cortes (1884-86), ejerció de Comisario Regio de Agricultura entre 1884 y 1886 y fue miembro del 'Consejo Provincial de defensa contra la filoxera' establecido en 1891.
El padre de nuestros protagonistas no sólo era viticultor sino también una persona preocupada por la mejora de la viticultura. En 1889 promovió –creo que sin éxito- una ‘sociedad de vinicultores’ para agrupar a ‘todos los cosecheros de la provincia’ y en 1901 ofreció de su bolsillo un premio de 100 pesetas a quien presentase en los Juegos Florales de Ourense ‘la cartilla que contenga más y mejores reglas fijas para el cultivo de la vid americana’. En 1896 había conseguido una Medalla de Oro por sus vinos en la Exposición Regional de Lugo.
La noticia de su muerte en 1905 nos revela un detalle interesante: había sido consejero de la sucursal del Banco de España en Ourense desde su establecimiento en 1885. Otro personaje ligado a la banca.
Sus hijos Arturo y Luis se licenciaron en Derecho, como su padre. Arturo se convirtió en registrador de la propiedad; y Luis, también abogado, desempeñó cargos administrativos y de gestión pública: concejal de Ourense, diputado provincial y finalmente Depositario de la Diputación.
La trayectoria de los Macía Martínez se hace más enredosa todavía por una circunstancia añadida: una de sus hermanas, María, se había casado en 1903 con otro prócer de la política ourensana e importante viticultor a la vez, Demetrio Macía Valcarce, hijo del propietario y político liberal Demetrio García Castelo, dueño del pazo de Arcos, en Vilamartín. Y ya basta de enredos.
Resumamos: los nuevos propietarios de Bodegas Gallegas eran tres personajes de relieve y con la vida resuelta que apostaron por el negocio del vino. Lo más probable es que la gestión empresarial corriese a cargo de Bautista López Valeiras, quien no tardó mucho en mejorar la red comercializadora de sus caldos. En 1925 la firma ya cuenta con almacén-bodega propio en Ourense, muy cerca de la estación ferroviaria, y en 1926 establece un nuevo almacén en Vigo, próximo al puerto.
Era la lógica habitual de los comerciantes exportadores, como en un juego de la oca: de estación de tren en estación de tren hasta llegar al mar. Se dió la circunstancia, además, de que las comunicaciones entre Os Peares y Ourense se volvieron más fluidas cuando al ferrocarril se sumó una nueva línea de autobuses, concedida en 1927 al padre de quien llegaría a convertirse en uno de los empresarios gallegos más famosos: Eduardo Barreiros (1919-1992). A continuación la primera página de una reciente biografía suya.
Capítulo del libro Empresarios de Galicia, vol. 2 (2009), Fundación Barrié, coordinado por Xoán Carmona. |
Su presencia en esta ruta tiene una explicación: la familia Barreiros era natural de Nogueira de Ramuín, enfrente de Os Peares, en la otra orilla del río Miño. Abajo uno de sus autobuses.
Volvamos a Bodegas Gallegas. No dispongo de datos acerca de la evolución de la empresa en los años 1930. Sólo sé que siguieron fabricando y exportando vinos embotellados de calidad, pero que también traían uvas y mostos ‘tintorera’ de Valencia para aquellos cosecheros que querían dar más cuerpo y color a sus caldos.
Y que seguramente por mediación de Bautista se incorporó a la empresa un pariente suyo, Alfredo Valeiras Pulido, del que luego hablaremos. En el registro oficial de exportadores de vinos de la región noroeste de 1935 aparecen ambos, y como vemos ... la lista es muy corta.
Durante la Guerra Civil española (1936-39) y en los años posteriores se truncaron las exportaciones de vinos de calidad y supongo que la empresa se vería obligada a vender en el mercado interior. La gestión ya estaba en manos de Alfredo Valeiras Pulido, casado con María López Valeiras -un nuevo lío de apellidos-, el cual en torno a 1945 constituye una nueva empresa, Bodegas Gallegas Limitada, asociado a un almacenista de alimentos de Vigo, José Suárez Ramos. Poco antes, por herencia de los Pulido, Alfredo había recibido efectivo, tierras y edificios en Quintián, muy cerca de la estación ferroviaria de Ourense, una buena inyección de capital.
Esta tercera sociedad en hacerse cargo de la bodega de Os Peares adquirió en 1946 las marcas comerciales de la anterior, Hermanos Macía y Valeiras.
Esta tercera sociedad en hacerse cargo de la bodega de Os Peares adquirió en 1946 las marcas comerciales de la anterior, Hermanos Macía y Valeiras.
Según información proporcionada por la familia Valeiras González, la firma mantuvo su tradicional fórmula de exportar vinos de calidad al mercado cubano. No es de extrañar, porque en aquellos años 1940 y 1950 de penuria debía de ser difícil colocar un producto ‘exquisito’ entre los consumidores gallegos, fuese en la propia Galicia o fuese en Madrid, en Barcelona o en otras ciudades españolas con presencia importante de emigrados galaicos.
Las cosas volvieron a enredarse gracias a otro gallego, aunque de segunda generación: Fidel Castro. Entre gallegos anda el juego. La revolución cubana triunfa en 1959 y crea la natural incertidumbre de qué va a pasar con las exportaciones a la isla. Las medidas restrictivas del nuevo régimen no tardaron en aparecer, pero los Valeiras, al igual que otros exportadores, mantuvieron la esperanza de seguir vendiendo en Cuba. De que el gobierno de Castro caería, o de que volvería a facilitar la entrada de vinos procedentes de la Madre Patria, perdón, de la Metrópoli Colonizadora. Bueno, pues, como bien sabemos, nada de nada.
De modo que Bodegas Gallegas escogió el camino de canalizar sus caldos hacia los gallego-cubanos de Estados Unidos, hacia Miami. Consiguieron ventas pero ... no era lo mismo. Una trayectoria idéntica a la experimentada por la bodega viguesa de Bautista López Valeiras, también exportadora de vinos de calidad a consumidores de origen gallego en América y también afectada por la pérdida del mercado cubano.
En 1963 los Valeiras de Os Peares recibieron un buen pellizco por las propiedades expropiadas para la construcción del campo de la feria y el matadero frigorífico de Ourense –4 millones de pesetas a repartir entre varios herederos-, e imagino que fue algo que contribuyó a la subsistencia de la empresa.
Un respiro temporal, porque la esencia del negocio, exportar vinos de calidad embotellados y del gusto de los gallegos, estaba en un serio aprieto. La firma debió de intentar compensar la mengua de sus exportaciones con ventas en el mercado interior. Aquí tenemos un anuncio publicado en 1966 en El Pueblo Gallego, en versión muy parecida a los anuncios de su etapa inicial, con bonita botella enmallada.
Un último intento que no debió servir de gran cosa. Bodegas Gallegas se vió obligada a penetrar en el mercado de los vinos corrientes, y ya sabemos lo difícil que es competir en 2ª División. Esta botella de abajo no tiene nada que ver con la anterior.
Con todo, a trancas y barrancas, la empresa de Os Peares se mantuvo en actividad hasta aproximadamente el año 2000. Casi 100 años de historia, y con bastantes enredos. Por cierto, hablando de enredos, y tal como señalé al principio, los vecinos de Os Peares llevan mucho mucho tiempo padeciendo uno de los mayores cacaos administrativo-eclesiástico-judiciales conocidos. Acá tenemos un resumen del excepcional barullo.
Hoy el pequeño lugar de Os Peares es más famoso por su embalse y por sus paisajes que por sus vinos. Hace un par de años consiguió cierta notoriedad cuando se supo que en él había nacido ... el actual presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo.
El puente ferroviario ha sido bien pintadito de azul y da un aire especial a la encrucijada de los Tres Ríos.
Y dispone además de un Aula Ferroviaria con exposición sobre la ya vieja estación de ferrocarril, un aula promovida por la asociación Carrileiros en la que se exhiben, como no, recuerdos de la enredada historia de Bodegas Gallegas.
gracias.
ResponderEliminar¡ puf cuanto trabajo!
Tengo que leerla con calma.
Da la impresión de que tienes una historia económica de la zona de los Peares estupenda. Origen de mucho capital humano
Gracias a ti ... y a leer con calma, que es una historia muy enredada.
ResponderEliminarUn saludo
Me ha sorprendido el documento. La historia de Pedro Romero Cambón, mi abuelo, es mas extensa y rica. En efecto, su hermano Daniel no supo gestionar el patrimonio del que apenas tenia un 2% de participación. Mi abuela, Angela Fornovi, la propietaria, no quiso ni supo hacerse cargo de semejante empresa, volviendose a Almeria, tras quedarse viuda, y muriendo prácticamente en la miseria. Toda una historia. Un saludo
ResponderEliminarGracias por comentar esta historia tan enredada. Y siendo nieto de Pedro Romero eres la persona que más podría contribuir a saber más sobre Bodegas Gallegas. Yo trato muchos temas diferentes sobre la historia agraria, y este de la bodega de Peares me interesó y le dediqué cierto tiempo, pero no llegué a establecer contacto con miembros de la familia Romero. Por eso, si te parece bien, te agradecería que me escribieses un correo y así poder profundizar en el tema. La dirección es jalisiaajraria@gmail.com
ResponderEliminarUn saludo
Hola Angel y saludos a todos,
ResponderEliminarSoy de Peares, recuerdo como niño los 70 y como chaval los 80. Estupenda historia la que has escrito.
Yo conocí el final..... con la familia Valeiras al frente y sus 11 hijos por el pueblo. Mi abuela trabajó en esas bodegas en los años 20 , con 15 años.
Pero eso si, de mi infancia tengo muchisimos recuerdos visuales relacionados con el trajin de Bodegas. Y guardo algunos recuerdos materiales (algunas botellas llenas de las emmalladas de litro y de medio)
Enhorabuena por tu trabajo de busqueda y composición de datos.
Un saludo
Saludos para ti también, y me alegro de que te haya traído recuerdos. Me pregunto si algún día abrirás las botellas.
EliminarHola Angel
ResponderEliminarEnhorabuena por tan detallada historia.
Solo un apunte para el comentario anterior: los hijos de la familia Valeiras no fueron 11, sino una docena completa :)
Saludos
Genial, me acaba de encantar leer esta historia tan detallada. y yo que solamente queria saber algo más sobre la banca Romero..... enhorabuena
ResponderEliminarEncantado yo también, y saludos.
ResponderEliminarGracias Ángel por tu rápida información que me ha remitido a esta segunda parte de la historia de Bodegas Gallegas. Vivo a menos de un kilómetro de las actuales BODEGAS GALLEGAS, situadas a la orilla del río Barbantiño, en Santa Cruz de Arrabaldo. Manolo Arnoya era el socio mayoritario y, tras su muerte, me imagino que su hijo Manolo sigue presidiendo o regentando las bodegas. Trataré de averiguar cómo se han hecho con el nombre, si por compra o aportación de alguno de los socios actuales.
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