3 de abril de 2011

Tres anuncios de prensa en gallego: vinos y motores marinos

La prensa diaria de Galicia del siglo XX, y también la anterior, ha sido casi exclusivamente escrita en castellano. Y por eso son muy llamativos los anuncios publicados en gallego.

Aquí presento tres de ellos dirigidos a diferentes tipos de clientes: a los consumidores de vino, a los viticultores y a los armadores pesqueros. El primero apareció en la Gaceta de Galicia de Santiago en 1889, y ofrece 'Viño do Ribeiro: é do San Clodio, é moito bó'.

1889


Hay varias palabras que resultarán difíciles de entender al lector actual. La limeta era un tipo de botella que en este caso, como puede verse, se ajustaba a la que acabaría siendo la medida estándar de ¾ de litro. Can grande -cas en plural- la moneda de 10 céntimos y can pequeno la de 5. Y el neto era una medida de medio litro.

1933
Los otros dos anuncios salieron en El Pueblo Gallego de Vigo. Uno de ellos publicado en 1933 por un perito enólogo ourensano, Xosé Gómez García.

Y el otro ... el otro bate marcas de originalidad, casi atrevimiento, pienso yo, y es de 1926.


La letra manuscrita hace que destaque mucho respecto al resto de la página y además no resulta nada fácil entender lo que dice, por su personal caligrafía. Lo más curioso es que está en el gallego de Vigo, con seseo. Más abajo lo transcribo, y hago algunas aclaraciones.

1926

El texto es el siguiente:

Antonio Gonzales Cardó de Bousas.
Meu estimado amigo Antoniño:

Pídoche de fabor mandalle un recado a Pedregal a Calle Luis Taboada Nº 11 ou dille por telefono ao Nº 539 que desde que sabemos por aquí o barato que é o motor de gasolina que bende, que está todo o meu barrio en completa rebulusion, e histo ten a sua esplicasión y é por que ay que pagalo en pesetas Fransesas e estas a penas balen un real dos nosos, para a miña embarcasion bou a comprar un motor Avanse como o que compraches ti outro día por que en estes tempos de pouca pesca ay que mirar muyto por os cartiños, pareseme que un como o que ten o Loroña de Rios é pequeno porque é como o de Carragal de Marín, pra min ten que ser como o do Perucho da Ribeira ou como o do chischis e Serbera de Cangas, o fillo de Vieira díxome que tiña que ser como o de Alonso ou de Pacheco da Guardia, de todas maneiras muytas grasias.
Serafín Domínguez.
 
El anuncio recurre a la fórmula de "yo compré el producto y me parece excelente" y fue puesto por la sucursal en Vigo de la casa comercial coruñesa de Ismael Pedregal, representante de los motores suecos Avance. De los armadores citados sólo me suenan Vieira, de Bouzas, y Fernández Cervera, el conservero de Cangas.

1922
Y lo de las ‘pesetas Fransesas’ tiene que ver con la depreciación sufrida por el franco tras la Primera Guerra Mundial. Si en 1918 el tipo de cambio era de casi 75 pesetas por franco, en 1926 la cotización de la moneda gala había descendido a 22 pesetas, mínimo absoluto del período de entreguerras, según los datos recogidos en las Estadísticas Históricas de España (2005), p.705, Fundación BBVA. Lo cual encaja perfectamente con lo apuntado por el autor de la carta: que un franco apenas valía un real, es decir, 25 céntimos de peseta.

Supongo que aunque fuesen motores suecos, Pedregal los traería de un distribuidor francés y de ahí que la cotización del franco y no la de la corona sueca fuese lo decisivo. O que simplemente el fabricante sueco exigía a los importadores españoles que pagasen en francos. En todo caso, la baja cotización de la moneda francesa hacía más interesante la compra.

En fin, lo dicho, un anuncio peculiar y casi jeroglífico, sólo descifrable por los armadores de aquel tiempo y por los historiadores económicos.

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